Aquello de que a los toros hay que ir a divertirse es una falsedad. A los toros hay que ir dispuesto a sufrir, dispuesto de lupa para comprobar la casta y la fortaleza de las reses, la integridad de sus astas, el discurrir de la lidia, el mérito de los lidiadores, la calidad de los lances, el respeto a los cánones, el correcto estado de la cuestión. Y si algo de esto falla, el aficionado conspicuo lo exigirà con la vehemencia que sea del caso; y si se cumple cabalmente, lo celebrará gozoso e incluso puede que entre en trance y crea que se le ha aparecido La Virgen.

Estas sabias reflexiones del gran Joaquín Vidal Vizcarro expresan el sentir de muchos aficionados a las corridas de toros, entre los que me incluyo. Tradicionalmente, era común que los toreros fueran valorados en función de los toros. El torero debía acoplarse al toro, y desarrollar su arte en función de las condiciones cambiantes del animal: torear y mostrar la lidia del toro. Por ello, el espectador, sobre todo, se fijaba en el comportamiento del toro, de sus reacciones en cada momento.

La deriva experimentada por el espectáculo tauríno desde el siglo pasado va en sentido contrario: se pretende que sea el toro quién deba acoplarse, prestarse al lucimiento de su matador. Todo al revés.

Tras el cierre de la Monumental se postuló, incluso desde instancias municipales, la marinera plaza de toros de Vinaroz como alternativa para acoger a los aficionados catalanes, pero no resultó dados los escasos festejos que se ofrecen y lo poco atractivo de los carteles. Actualmente la gran plaza de toros catalana es la de Ceret, a la que se desplazan muchos aficionados catalanes del sur ya que se distingue por la seriedad de los toros que corren. Quien desee comprobarlo puede consultar la web ceret-de-toros.com. O mejor, visiten Ceret.

La página web www.vadebraus.com, la primera de toros que se expresó en catalán, mantiene informados a los aficionados catalanes, de la actividad taurina que existe aunque se trate de negar, y de las ofertas especiales que se les hacen para acudir a ciertas de plazas de toros. Hay artículos muy interesantes. Consulta recomendable.

Y puestos a recomendar, para conocer el taurinismo catalán y ampliar conocimientos hay que leer este libro: Catalunya taurina, de Raúl Felices. Edicions Bellaterra, Barcelona.

La página web www.barcelonataurina.com, del fotógrafo Faricle, informa regularmente de los acontecimientos taurinos que tienen relación con la fiesta y su afición. Se pueden encontrar fotos de grandes tardes y colaboraciones como las de Paco March.

Tanto en esta web como en la página web vadebraus.com tienen presencia las actividades de la Escola Taurina de Catalunya y de la siempre activa Unión de Taurinos y Aficionados de Catalunya (UTYAC).

Por si alguien tiene interès en conocer cómo se ha llegado al absurdo de prohibir las corridas de toros en el territorio catalán, recomiendo la lectura de los libros: 25 años de política y toros, de Luis M.ª Gibert Clols; Crónicas para un adiós. O no, de Paco March, ambos publicados por Edicions Bellaterra, Barcelona; y Toros sí, de Salvador Boix. Ediciones Temas de Hoy. Madrid, 2011.

A finales de agosto, principios de septiembre, se hizo oficial el cartel de la llamada Fira de la Mercè de 2011, que debería cerrar, no tan solo la temporada, sino también toda una larga trayectoria taurina en la Monumental.

La pintura es obra de María Franco Docavo, autodeclarada aficionada barcelonesa, que tambien decoró el capote que exhibió Serafín Marín el 25 de septiembre de 2011, en la última corrida.

Una semana antes de la famosa Fira, el gabinete de prensa de José Tomás anunció que serían distribuidos por toda Barcelona unos mil ejemplares del cartel extraordinario de la que seria última corrida, diseñado especialmente por el universal artista mallorquín Miquel Barceló. Ante las críticas y comentarios varios, el artista salió a la palestra argumentando que fue una iniciativa suya de verano: hacer el cartel y ofrecérselo a José Tomás. No daban ninguno a la gente que se los solicitaba, para hacerlos más exclusivos: total para acabar deshechos en cuatro pirulís.

Pero no acabó aquí la cosa. En vista de tanta tontería, y considerando una falta de delicadeza el dejar de lado a los toreros anunciados el sábado día 24 de septiembre de 2011, me ví obligado – así de claro: lunes 19 de septiembre –a dirigirme directamente al estudio y marcarme el cartel correspondiente. Tal cual, sin más preámbulos.

No obstante, aún apareció otro cartel, de Perico Pastor, que se incluyó en El Periódico del día 25 de septiembre.

Ya que de animar a la afición se trata, aún teniendo multitud de recetas de diversas partes del toro a mano, me decanto por ofreceros a continuación una receta de criadillas de toro como las que comíamos antes de ir a la Monumental de Barcelona en el Restaurante Isidru, que estaba detrás de Las Arenas, cerca del antiguo matadero, y ya no existe:

Ingredientes: • 400 gramos de criadillas de toro • Sal • Pimienta negra en polvo • Ajo • Perejil • Aceite de oliva virgen

Preparación: • Retirar la tela (la piel que las envuelve) y limpiarlas • Cortar las turmas en filetes de un dedo de grosor. Sazonarlos con la sal y pimienta. (Hay quien las reboza con pan rallado o harina de galleta) • En la plancha o sartén muy calientes, poner el aceite y colocar los filetes • Cuando veáis que estan doradas, podéis añadir una picada de ajo y perejil • Servir inmediatamente • Comerlas.