Gastronomía de Vinaròs

Una jornada estival
La frescura en los productos y la tradición se alían con la innovación en las cocinas de los restaurantes vinarocenses, que ofrecen la mejor de las experiencias a través de sus sencillos y a la vez elaborados guisos. El aliño de aceite de oliva procedente de los campos de olivos de la zona del Maestrazgo, la calidad de cada uno de los ingredientes y la buena preparación de la cocina confieren además un valor añadido a la amplia cultura culinaria de Vinaròs. No podemos dejar de lado la elaboración de una gran y rica variedad de dulces tradicionales que aportan un verdadero placer para los sentidos como los pastissets de boniato y de cabello de ángel o los conocidos llepostins, pastas de té con forma de langostino elaborados con esencia de naranja y almendra.

Pero sin duda, el langostino de Vinaròs es la base y la excelencia de la cocina vinarocense. De características distintivas y de textura y calidad que lo convierte en único en cuanto a calidad y sabor, el apreciado langostino es un gran placer gastronómico al alcance de cualquier buen gourmet.

La delicadeza de su sabor se debe al suave clima del que goza Vinaròs durante todo el año así como a la baja salinidad de las aguas del litoral, enriquecidas por los sedimentos del río Ebro. Platos de tiempos lejanos nos conducen por el recetario vinarocense a través de sus suquets de pescado, all i pebre de locha y langostinos, llandetes de salmonete con patatas, las conservas como las anchoas o las sardinas en escabeche, pulpo sulsit, secado y asado o con allioli, sepias a la brutesca, caballa xapada o los incontables arroces, como el de galeras, arroz a banda, arrossejat, la paella o el arroz con espardenyes. La riqueza de verduras y hortalizas en época estival favorecen platos como las berenjenas rellenas, las empanadillas y coc de tomate y pimiento, y las patatas al caliu.

Entrantes

Una jornada estival
Si bién en Vinaroz se pueden encontrar varios restaurantes recomendables, en esta recreación de una jornada estival no me referiré a ninguno en concreto, tan sólo a las especialidades que consumimos habitualmente. Para empezar a hacer boca tomamos un platillo de mejillones al vapor. Podemos proseguir con unas cuantas caixetes.Probaremos unos ostrones y añadiremos un trago de blanco fresquito. A continuación, una docena de almejas vivas, con limón, y otra copita de blanco. Ahora apetecen los cargols de punxa o cañaíllas, para probar. Seguiremos con unas crujientes ortigas de mar rebozadas: ¡lo más parecido a comerse el Mediterráneo!. Ésto se merece otro trago, frío. Como que también conviene llenar un poco el estómago, hemos pedido chipironcitos. Ahora sigue una especialidad muy valorada: cazuela de espardeñas. Y para cerrar esta ronda, previo trago largo, tenemos: los apreciados langostinos de Vinaròs.

Arroces

Una jornada estival
Después de los entrantes, sugiero alguna de las múltiples preparaciones del arroz: arroz de pescado i/o marisco, a banda, de langostinos, rossejat, arroces melosos, arroz negro... o bien una fideuà. Yo me decanto por un arroz con espardeñas. Se puede elaborar así: Limpiar y trocear las espardeñas. Poner una paella al fuego con aceite de oliva y sofreir las espardeñas. Seguidamente agregar los ajos y las ñoras enteras. Retirar las ñoras, echar el arroz y sofreirlo unos cuatro minutos. Aparte picar en un mortero las ñoras. Echar el caldo de pescado y añadirlo todo a la paella. Cocer de unos dieciocho a veinte minutos y servir el arroz seco. Rectificar de sal si fuera necesario. Se puede acompañar con all i oli.

Pescados

Una jornada estival
Otra opción es degustar un guiso de barca: el suquet de pescado, la escrita (raya), el all i pebre de musola, los mollets en la sartén, los chipirones con habitas..... Yo recomiendo un buen suquet de pescado. Elaboración: Prepararemos una picada con 20 almendras asadas y peladas, 4 ajos, perejil y una rebanada de pan frito. Harina, sal, pimienta blanca, aceite de oliva, una copa de brandy bueno, 1 cebolla picada, 2 tomates maduros picados sin piel, 800 gr. de patatas cortadas a rodajas y el caldo de pescado. Una vez todo preparado rebozaremos de harina, salaremos y pondremos la pimienta blanca al pescado. En una cazuela con aceite a fuego medio, lo freiremos dándole unas vueltas, y a medio cocer le añadiremos una picada de dos ajos y perejil, lo flamearemos añadiéndole el brandy, lo dejaremos cocer un poco, sacaremos todo el pescado de la cazuela y lo dejaremos reposar. En la misma cazuela y con el mismo aceite haremos el sofrito de la cebolla y el tomate a fuego muy lento, cuando este casi hecho el sofrito añadiremos las patatas y les daremos unas vueltas, añadiéndole el caldo de pescado hasta que las patatas queden ligeramente cubiertas. Taparemos la cazuela dejándolo cocer unos 20 minutos o hasta que las patatas estén tiernas. Mientras tanto habremos preparado la picada de almendra y cuando las patatas estén cocidas, la añadiremos a la cazuela, incorporaremos todo el pescado y lo dejaremos cocer 10 minutos más.

Postres

Una jornada estival
A finales del año 2012, mediante un convenio establecido entre el Gremi de Pastissers y el Ayuntamiento, se creó el proyecto denominado Vinaròs Llèpol ( Vinaroz Goloso) para el fomento de la pastelería local. Así, entre otras participantes, encontramos La Lionesa, que incorpora a la propuesta las Lionesas típicas de la pastelería realizadas con mantequilla, huevos, harina, nata, crema, trufa o chocolate.
La Pastisseria Sant Sebastià propone sus Roques de Vinaròs, confeccionadas con almendra marcona, miel, claras, y "ni colorantes ni conservantes". Otro producto incorporado al proyecto es el de la Pastisseria Macip, que ofrece sus Llepostins, se trata de pastas de té elaboradas con huevos, almendra marcona y naranja con la forma clásica del langostino de Vinaròs. La Pastisseria Suquet, por su parte, ha incorporado a la iniciativa su conocida pasterería formada por pequeñas delícias de sabores y texturas variadas, 18 classes de pasteles en total "cada uno con un sabor" i "muy costosos de elaborar".
La Pastisseria Viver, finalmente, ofrece su Tarta Aval, rellena de mermelada y albaricoque con masa de harina, huevos, y mantequilla con avellanas.