Encuentro en Madrid

Sidney Franklin
Hemingway y Franklin se conocieron en agosto de 1929 y enseguida congeniaron. En ese momento Ernest estaba consustanciado con el espectáculo taurino.Es decir, que esta relación nació por sí sola. No cabía duda sobre los gustos comunes: el alcohol, el peligro, el boxeo, la pesca, las comidas, los toros, las armas. La estrecha relación, se prolongó por bastante tiempo. Durante la Guerra Civil Española estuvieron juntos y compartieron borracheras y angustias. Con una gran diferencia, Hemingway se había comprometido con la causa revolucionaria, Franklin, en cambio, no fue tan leal. Su proximidad a las clases aristocráticas y adineradas de España que lo adulaban durante las corridas de toros y su reconocida simpatía por Franco, lo ponían en otra vereda.


Estrecha relación

Sidney Franklin
Ernest Hemingway retrata a Sidney Franklin en su obra Muerte en la tarde: " Franklin es valiente con un valor frío, sereno e inteligente, pero en lugar de ser torpe e ignorante como muchos que se creen más hábiles, los manipuladores elegantes en lucha contra la capa, Franklin es valiente. Su repertorio con el capote es enorme, pero no intenta un repertorio variado para escapar de la ejecución de la verónica como la base de su trabajo y su capa verónicas son clásicos, muy emotivo, muy bien programado y ejecutado. Él es un gran torero, muy inteligente y los toreros le tienen gran respeto". Frankin no se despegaba de Hemingway. Había una suerte de simbiosis que llegaba a poner en duda cualquier pronóstico. Hasta John Dos Passos se metió en los enredos y salió, obviamente, disparado como una bala de la escopeta del novelista. Se mezcla en toda esta marea los amigos cubanos, porque Franklin también pisó la isla y ofreció conferencias sobre la tauromaquia, hizo presentaciones en la radio y la concreta realidad es que una capa de faena de Sidney reposa en uno de los muebles de Finca Vigía, junto al escritorio del escritor.


Amistad truncada

Sidney Franklin con Ernest Hemingway
"Ernest dormíamos en la misma cama", y lleva adelante una escuela de toreo en Sevilla y una cafetería de mala muerte. Pero ya había iniciado el camino de regreso. Bastante angustiado incurre en un delito menor: la violación de una matrícula del automotor. Esto lo lleva a la cárcel durante nueve meses. Desahuciado reside en México hasta que decide regresar a Estados Unidos. Allí pasa sus últimos siete años de vida en un asilo de Greenwich Village, en Manhattan, donde fallece el 26 de abril de 1976.

     
     
Sidney Franklin con Ernest Hemingway   Sidney Franklin con Ernest Hemingway
     
Sidney Franklin con Ernest Hemingway   Sidney Franklin con Ernest Hemingway