El gitano de Apizaco

El Pana
Rodolfo Rodríguez El Pana son dos personas en una. Y es que Rodolfo Rodríguez cuando se refiere al torero dice que no le llega ni a la altura del barro: "Mi vida ha sido una epopeya terrible y ahora lo que pido es no traicionar a ese gran matador que es El Pana."

Rodolfo Rodríguez le habla de usted a El Pana y se disculpa por ser tan así, tan mexicano. Dice que sólo El Pana es quien puede destapar el pomo de las más finas esencias en la Plaza México, como lo hizo una tarde de marzo de 1979, cuando tomó la alternativa, y lo repitió en enero de 2007 en la misma plaza, ante Rey Mago, un toro de más de cuatrocientos kilos.

El Pana habla de Rodolfo Rodriguéz y lo ubica en Apizaco, en un pueblo de campesinos. Lo cuenta amasando harina para elaborar bolillos, trenzas, conchas y cuernos, estos últimos de astas curvas, imaginando a un bragado de pitones bajo la luz de la luna y él de frente, arrastrando las puntas de sus zapatillas sobre la arena.

Rodolfo y El Pana se hacen uno en aquellos años de veto por ser así, muy mexicanos, gitanos de Apizaco, entrones, casi heroicos. Son los días oscuros de alcohol y cárcel. Se miran esa tarde de enero de 2007 y les brillan los ojos. Parten plaza arrastrando las puntas de las zapatillas y un puro humeante entre los labios.

El arte de El Pana

El Pana
"Corté sólo una oreja por culpa de la espada pero, lo mío, amigo, como sabes, no se cuantifica con trofeos; lo mío es del alma, puro arte y, si éste aparece, la dicha es inmensa."

"Tendría pudor por mentir y decir lo que no soy; sería un tramposo si dijera que soy rico pero, saberme artista es lo que me ha motivado y ayudado para seguir en el mundo de los toros que, como sabes, tantas trabas me pusieron para que abandonara hace ya muchos años. Mi humilde persona ha venido a demostrar que el arte no muere jamás."

La ilusión de El Pana

El Pana
"Para mí, cada tarde es la primera vez; así debe ser y de tal modo debe de plantearse cada diestro su carrera. Fíjate que, han pasado tres décadas desde mi alternativa y, todavía mantengo la ilusión del primer día. Como verás, todo un milagro en mi existencia."

"Salvo Tomy -José Tomás- apenas nadie congrega gente en el ruedo más grande del mundo. Ha tenido que ser mi persona la que más gente ha traído al "Embudo de Insurgentes" en los últimos tres años. Es lógico que eso suceda porque la gente, el aficionado ante los carteles que se le ofrecen, sospecha que no habrá magia en el ruedo y, por dicha razón, desisten en acudir."

El Pana, triunfador ante la vida

El Pana
"En todos los momentos de mi vida en que parecía que todo se acababa, llegaba la Providencia Divina para que yo saliera de todos los baches en que me sumía. Cuando muchos piensan que soy un aliado de la derrota, en realidad, soy un gran triunfador ante la vida. Ahora, sin alcohol y borracho de arte, seguiré para explicar mi tauromaquia particular."

"Yo tenía un gran sueño cuando empezaba, comprarle una casa a mi madre y, una vez lo hice realidad, con el cotidiano vivir me sentía muy a gusto, como lo estoy ahora. Alguien dijo que el dinero debería tener fecha de caducidad para que nadie pudiera acumularlo para poder tener poder sobre sus hermanos y, es la verdad más grande que he leído. ¿Qué es el dinero? Un medio, ¿verdad? Pero mi finalidad siempre ha sido el arte y, en ese menester he sido triunfador."

El Pana, torero

El Pana
"No tengo rencor para nadie; Dios le dará a cada cual lo que en verdad le corresponda; lo de la tierra es mundano; para mi ha tenido siempre más valor lo espiritual, lo que brota del alma y, como se ha demostrado, la vida me ha tratado de forma generosa: quise ser torero y, ya viste, tres décadas más tarde, sigo siendo aquél."

"Una cosa es tener destreza y valor que, junto a una técnica, ser capaces de enfrentarse a los toros y, otra muy distinta, es estar tocado con la varita mágica del arte como es mi caso. Esa ha sido mi suerte y toda mi gloria."

"En muchas ocasiones pensé en retirarme y no me fui por dignidad, por no dejar la fiesta en manos de esos mercantiles, bandidos, deshonestos, sinvergüenzas, por eso no me retiré, yo conocí otra fiesta y no faltó quien me dijera: "Pana? no vayas a hacer lo que mis compañeros hicieron conmigo, taparlos, ha habido toreros que le han sufrido mucho más que "El Pana" que no alcanzaron ni a torear, el trabajo que les costó llegar a ser algo. Por eso me metí a torear para no trabajar".

"Es un torero misterioso, un torero impredecible, que está chapado a la antigua, un emisario del pasado. Un torero atemporal, porque el Pana debió de haber sido torero en la época de oro del toreo en México, en los años 40. Es difícil que pueda haber otro torero como el Pana, es más otro Pana no hay, ni saldrá, es único, auténtico e irrepetible."