Hace ya unos cuantos años que tenemos por costumbre visitar Vinaroz, aprovechando las vacaciones.

Tanto és así que, más que una costumbre, casi se ha convertido en una obligación inexcusable.

Por muchas razones: para efectuar compras, para conseguir libros, revistas, ir al banco, ir a comer y, cuando la ocasión se ha presentado, presenciar los toros en la plaza marinera.

A finales del mes de junio de 2012, cuando trataba de ordenar unos documentos taurinos, que tiempo ha recogí de aquí y de allà, me reencontré ante una colección de la revista "Pan y toros", editada en Madrid en los años 1896-1897.

El recuerdo de la Peña Taurina Pan y Toros de Vinaroz se me apareció al instante. Entonces, se me ocurrió redactar un cuaderno en su homenaje y como prólogo a una reproducción de la partitura del pasodoble que se publica en el nº 40 de la revista "Pan y toros", de 4 de enero de 1897.

El año 2009 celebró el cincuenta aniversario de su fundación. Fundada a principios de octubre de 1959.

Tuvo su primera sede sobre el Bar La Gandesana, desde donde se trasladó más tarde a un piso superior del bar Albocàsser y final y definitivamente a la nueva sede propia a la plaza dels Tres Reis (diciembre de 1977).

En la redonda de la ermita tiene cedidos unos terrenos de propiedad municipal para su "Tentadero", que fue inaugurado en abril de 1974, pero ampliado y remodelado en sucesivas ocasiones, principalmente en 1992, cuando contaba con unos 700 socios.

Participa en otras actividades como el carnaval. J.Bover escribió "Notas Históricas de la Peña Taurina Pan y Toros" en el semanario "Vinaròs" de 6-X- 79 y siguientes.

Posteriormente, su socio, Josep Manuel Palacios Bover escribió sobre su historia, un opúsculo muy detallado.

El 5 de diciembre de 1993 se puso la primera piedra de nuevas obras y se construyó en el "tentadero" una barbacoa, urinarios, escalera de acceso al terrado y fogones, dotándose de luz eléctrica en mayo de 1998.

En en el mismo mes de 2001 la presidía Josep Garcia Griñó y aunque el número de socios en ese momento había disminuido (566), cosa muy normal y común en la vida de qualquiera de las asociaciones, continúa siendo la que tiene más socios de la ciudad de Vinaroz.

Es la plaza de toros construida más cerca del mar y la más grande de su categoría (3ª) mide 44,5 m. de diámetro. La primera corrida de toros en Vinaroz tuvo lugar en 1852, participando la cuadrilla del "Relojero". En 1863 se construye la primera plaza de toros de madera del municipio. Esta plaza se desmontó para construir la actual, que se inauguró durante la Feria y Fiestas de San Juan y San Pedro en 1891. El marqués de la Figuera y Fuente el Sol asumió el coste de la obra.

En 1920 la plaza fue adquirida por D. E. Torres, quién la restauró debido a su mal estado de conservación. En 1949 paso a ser propiedad del Sr Juan Juanola Juanola, quien arreglo las arcadas superiores. Por fin el año 1989 el Ayuntamiento de Vinaròs compro la plaza, su estado era ruinoso, se hicieron obras de conservación, realizando la última y más importante reforma entre los años 2.000 al 2.002, dándole el aspecto actual.

Con este pasodoble abren algunas plazas la corrida del día. En realidad es una composición pensada para la zarzuela de Francisco Asenjo Barbieri del año 1864 que lleva el mismo nombre.

En la historia de los pasodobles taurinos, y de algunas marchas militares, son incontables los ejemplos de composiciones que a la par nacieron de la zarzuela, que derivan de la ópera buffa, de trasfondo menos serio que la ópera.

Por ello las clases altas y acomodadas de la sociedad española del siglo XVIII vieron estas composiciones vulgares y poco cultas, porque más que representar hitos históricos o mitológicos que ensalzaban ideales nacionales o morales, las zarzuelas tenían un tono más cómico y popular, de poco gusto entre las clases altas, pero que acabó en el siglo XIX siendo el género musical en el que se identificó el pueblo llano.